En vez de pelear por comida o por territorio, los bonobos tienen sexo


En vez de pelear por comida o por territorio, los bonobos (un tipo de chimpancés) tienen sexo.


Un reciente estudio ha sorprendido a los científicos belgas de la Royal Zoological Society de Amberes, al comprobar que los aparentemente menos espabilados bonobos (también conocidos como chimpancés pigmeos) superaron con creces a sus primos cercanos, loschimpancés comunes, en los test de inteligencia.

Se enfrentaron dos grupos de estos simios en 6 pruebas para medir su grado de inteligencia y el sorprendente resultado fue de 4 a 2 a favor de los bonobos.

La prueba fue parte de una campaña de esta sociedad zoológica para recaudar dinero y hacer frente al problema de la desaparición de los bonobos, que son capturado en su hábitat natural y se venden por sus preciadas carnes.

¿ Cuál es el principal parámetro que ha inclinado la balanza de la inteligencia hacia el lado bonobo? Pues que éstos sólo conocen una forma de resolver conflictos: recurriendo al sexo en vez de a la lucha, el método que usan los chimpancés.

En la investigación, que no terminó con el resultado esperado, los bonobos derrotaron a los chimpancés en las pruebas debido a que éstos estaban muy ocupados peleándose por la supremacía del grupo.

En libertad, los simpáticos chimpancés usan herramientas para acceder a la comida, como por ejemplo, una combinación de palos gruesos y finos para capturar termitas; e incluso son capaces de anticipar situaciones, como ir recogiendo esos palos hasta llegar al termitero. Los bonobos, en cambio, no.

Sin embargo, estos desconocidos parientes cuentan con una ventaja que les hace más tranquilos, sociales y nada proclives a usar la violencia. Se pasan el día copulando.

Los bonobos basan su sociedad en una jerarquía matriarcal. Acuden al sexo como forma de resolver las disputas, nunca se pelean. Lo practican incluso entre machos y hembras entre sí. En todas las combinaciones imaginables. De hecho, sólo el 25% de sus relaciones ‘afectivas’ tienen como objetivo la reproducción.

Como las hembras copulan con distintos machos, estos no tienen estímulos para dominar al grupo, ya que tienen asegurado que podrán fecundar a alguna hembra. De la misma manera, tampoco recurren al infanticidio con las crías, pues bien podrían ser las suyas.


¿Quién dijo sexo cuando quiere decir amor?

No nos confundamos. Los bonobos no son ningún tipo de mono depravado y adicto al sexo. Simplemente son animales muy cariñosos. Dedican gran parte de su tiempo a hacerse arrumacos y besos. Más que un humano. Se ha llegado a registrar a una pareja de bonobos mordisqueándose durante más de 12 minutos seguidos. Es su forma de estrechar lazos.

Sus ‘prácticas amatorias’ no se limitan a los miembros de su comunidad. Cuando estalla algún tipo de problema entre individuos de distintos grupos, la previsible guerra por el dominio termina irremediablemente desembocando en una orgía digna de National Geographic XXX.La mecánica es la misma: al copular con miembros de distintos grupos, los lazos familiares entre bonobos se expanden entre estos grupos.

Como el amor no conoce fronteras, ni de especies, tampoco rechazan el afecto con el ser humano. Frans De Waal, primatólogo, describe en su libro: The forgotten ape lo que le sucedió a un cuidador de zoo al aceptar un inocente besito de uno de estos simios: se encontró con su lengua hasta la garganta.

¿Y quién dijo amor para no hacer la guerra?

Fue este método de calma y ‘buenrollismo’ el que llevó a la victoria bonoba sobre los chimpancés. Estos simios, por muy monos (¡ja!) que estén en pañales, son en esencia bastante violentos: sus jerarquía se basa en el control del macho más fuerte. Las peleas por la dominación y las muertes (inclusive hacia las crías) son la tónica común.

El bonobo, que habita principalmente en República Democrática del Congo, se encuentra en peligro de extinción por la pérdida de su hábitat natural y la caza. Su carne es considerada una delicia en muchas regiones del continente africano.

Se estima que apenas quedan 35.000 ejemplares viviendo es esta región. Otra prueba más del empeño del hombre por eliminar una especie de la que mejor deberíamos aprender, pues tienen muy bien profundo en sus genes esa frase de “haz el amor y no la guerra”.



0 comments: