Condón antiviolación Rape-Axe
Una sudafricana diseñó una especie de Condón antiviolación llamado Rape-Axe que se coloca como tampón en la vagina para luego clavarse en el miembro del agresor con una especie de sierra al sacar su pene.
Una doctora sudafricana quiere distribuir 30 mil preservativos anti-violación antes del inicio del Campeonato Mundial de Fútbol en su país. Sonnet Ehlers diseñó el preservativo hace cinco años y opina que ya está pronto para ser usado.
El denominado Rape-Axe, que las mujeres deben introducir en su vagina, tiene una especie de dientes de latex duro en su cara interior, que se clavan en el pene del violador. Según la doctora Ehlers, el preservativo anti-violación no hace sangrar al atacante y puede ser importante en la lucha contra el SIDA. El Rape-aXe causa un dolor intenso si el violador intenta quitárselo y por ello debe acudir a un hospital, donde sería detenido.
Los críticos opinan que este preservativo puede tener un efecto contraproducente, ya que un violador que se vea en esa comprometida situación podría usar una mayor violencia contra su víctima. El preservativo aún no ha sido puesto a la venta en Sudáfrica y, por supuesto, todavía no ha sido probado en personas.
Una doctora sudafricana quiere distribuir 30 mil preservativos anti-violación antes del inicio del Campeonato Mundial de Fútbol en su país. Sonnet Ehlers diseñó el preservativo hace cinco años y opina que ya está pronto para ser usado.
El denominado Rape-Axe, que las mujeres deben introducir en su vagina, tiene una especie de dientes de latex duro en su cara interior, que se clavan en el pene del violador. Según la doctora Ehlers, el preservativo anti-violación no hace sangrar al atacante y puede ser importante en la lucha contra el SIDA. El Rape-aXe causa un dolor intenso si el violador intenta quitárselo y por ello debe acudir a un hospital, donde sería detenido.
Los críticos opinan que este preservativo puede tener un efecto contraproducente, ya que un violador que se vea en esa comprometida situación podría usar una mayor violencia contra su víctima. El preservativo aún no ha sido puesto a la venta en Sudáfrica y, por supuesto, todavía no ha sido probado en personas.
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